PASADO,
PRESENTE Y FUTURO DE LAS DIDACTICAS DE LA CIENCIA
La didáctica de las ciencias
es un campo de conocimiento cuyas actividades derivadas van mucho más allá que
el tratamiento de métodos y técnicas novedosas para enseñar ciencias. Pfund y
Duit (2002) desarrollaron una importante recopilación de investigaciones en
educación en ciencias lo que demuestra lo fructífero que ha resultado el
trabajo en este campo del conocimiento educativo; de otra parte algunos
Handbooks en este campo del conocimiento (Fraser y Tobin, 1998; Gabel, 1994;
Perales y Cañal, 1998; Abell y Lederman, 2007), destacan importantes avances de
la investigación en educación científica y dan cuenta, entre otros aspectos, de
la situación problemática del aprendizaje de
conocimientos científicos por parte los estudiantes, de las dificultades
que tienen para apropiarlos, de las dificultades que generan para su enseñanza
y de algunas experiencias innovadoras que se han desarrollado con el ánimo de
superar dichas situaciones problemáticas.
Desde modelos contemporáneos
para la enseñanza de las ciencias, tales como el de investigación orientada, se
considera que los aprendizajes pueden deberse a cambios fuertes de naturaleza
conceptual, metodológica, actitudinal y ontológica sobre y hacia la ciencia y
la actividad científica en relación con el conocimiento cotidiano; desde estos
mismos enfoques se sugiere que el aprendizaje de la enseñanza de la ciencia por
parte de los profesores implica cambios conceptuales, metodológicos y
actitudinales que en suma se consolidan en cambios didácticos. Dichos cambios
revelan exigencias fuertes para el trabajo científico que implican la
investigación por parte de personas que abocan la problemática de la formación
continuada de los profesores. Hoy es evidente que dada la complejidad de la
actividad docente, las dificultades de las prácticas educativas por lograr
resultados exitosos de los estudiantes en términos de aprendizaje
significativo, relevante y contextual culturalmente hablando, tienen que
convertirse en fuentes de fortaleza para romper justamente, con lo que muchos
autores han denominado la inercia ocasionada por la enseñanza habitual,
centrada en modelos excesivamente transmisivos donde se parte del supuesto que
el profesor es el protagonista absoluto en el acto educativo y que los
estudiantes son espectadores que recepcionan y asimilan los conocimientos
impartidos por los profesores.
En la actualidad. el campo
de conocimiento de la educación y en particular desde el ámbito de la didáctica
de las ciencias, vienen buscándose alternativas para explicar la idea del
“pensamiento docente espontáneo” y sus relaciones con las “representaciones de
los profesores” y con las “concepciones docentes”, pues desde una perspectiva
constructivista es muy importante la reflexión sobre el papel del pensamiento
cotidiano y elaborado en el aprendizaje de las ciencias. Al ser el conocimiento
cotidiano el orientador de pensamientos y acciones básicos e implícitos de los
seres humanos, desde allí pueden ofrecerse explicaciones interesantes y lo
suficientemente fuertes para comprender por qué muchas veces, a pesar de
enseñanzas reiteradas de conocimientos científicos, las personas no aprendemos
lo que se nos enseña.
0 comentarios :
Publicar un comentario